La gestión de situaciones de crisis requiere una preparación previa y el establecimiento de unas líneas de actuación
y protocolos apropiados para aplicarlos en el momento en el que se produce una situación negativa que puede
afectar a la imagen de la compañía.
La comunicación de crisis no debe improvisarse, AVM diseña estrategias para hacer frente a estas situaciones adversas, analizando y planificando los riesgos asociados a la actividad de cada compañía y sector.
Si hay algo que una empresa puede tener seguro es que a lo largo de toda su existencia vivirá alguna situación de crisis. Una situación fuera de lo habitual que estallará de forma más o menos inesperada y que amenazará la estabilidad de ésta a la vez que compromete su reputación. Pero, ¿qué puede generar una crisis?
Todo puede ser foco de crisis. Desde accidentes, despidos, huelgas, errores técnicos, humanos, rumores, escándalos, alarmas sociales, boicots, etc. Aunque está claro que hay organizaciones que tienen más riesgo que otras de sufrir una crisis, como, por ejemplo, las que operan en sectores estrictamente regulados como la salud, la alimentación, el medio ambiente, etc. Ante estas situaciones es preciso tener en cuenta dos cuestiones importantes: gestionar la comunicación de riesgo y tener un buen plan de crisis.